lunes, 5 de julio de 2010

Y....cuando sea grande quiero ser.....

To Day: Nan Goldín.
Podría decir de Nan que que es una señorita yanqui,que saca fotos y que se destaca por hacer del artefacto una prótesis de su cuerpo. Que acaricia con el filtro de la experiencia su propia vida y la de sus seres cercanos. También podría definir su camino como un ritual privado de dualidad lacerante que coquetea con lo público mientras se encarna en lo privado, en movimientos pendulares que van del maquillaje al exhibicionismo en el club nocturno, del éxtasis de medianoche a las ojeras y el deterioro del amanecer, del sexo libre a la enfermedad y la muerte: con personajes que se hacen viejos en el tiempo irreal en una serie real, cotidiana.
Pero también podría decir sin más que sus imágenes me emociona
n y me hacen feliz, y que si revolviendo en mis Harrys y en mis Heller, en mis Lobos y en mis Karmas, encontrara una fotógrafa, yo quisiera ser Nan Goldín.
Nan nació en 1953 en los iunaited esteits a lo largo de su vida padeció episodios trágicos, condiciones materiales de su existencia que dieron destino a su conciencia, ha creado algo así como su “diario visual” en el que con sensibilidad levanta el acta de su mundo, de sus amigos, de sus amantes, de sus relaciones más profundas que llevan el germen de las crisis que impone el mismo juicio que le da el nombre a ese estado, una oscuridad provocada por quienes miran, dicen, y deciden y una lucha espontánea que discute con el efecto en un acto creativo y emocionante, rebelde.
Ha elaborado un pan
orama íntimo de la condición humana en un momento en dónde lo íntimo se muestra con asiduidad y con un sentido tibio de lo que significa la superficialidad, que va desde adentro hacia afuera como el recorrido de una lágrima, de un beso, de una risa. Y lo hace no sólo con sus fotografías sino también con sus series de diapositivas y música, como “The Ballad of the Sexual Dependency” (1981-1986), o con su film “I’ll be your Mirror” (1995).
Ella misma vive en ese mundo y eso es lo que más emociona, eso es lo que veo y siento cuando miro sus imágenes, vida redonda con movimiento, la
complejidad de la condición humana que en el hoy no tiene explicación sino juicios, miradas, significaciones morales.
Nan resalta y comparte c
omo resplandores con sentidos múltiples y disparados hacia muchos sitios, tragedias en el sentido más Federico de todos, escenas sin indiscreción voyerista que consiguen despojarse con libertad de anhelos y de fracasos, por medio de esa confianza en la “acumulación de retratos como representación de una persona”. Ahhh, siento admiración.
La carpeta “Portfolio Co
okie Mueller” (1976) es un ejemplo significativo: en 17 fotos, Goldin deja constancia de su relación con la estrella de diversas películas John Waters, desde los primeros encuentros hasta el entierro de la amiga, fallecida de sida. Publicó hasta lo más íntimo, sin respetar los límites impuestos porque quizás nunca los tuvo o no se dio cuenta porque lo estaba viviendo, en un acto libre, sincero, fluido, y lo que es mejor…en una imagen.
Nan Goldin sabe que lo
s que exploran nuevas posibilidades de la convivencia humana son precisamente los que están más sujetos a la disciplina y a la vigilancia social, son los “raros”, son el producto de esa disciplina-condición circular y entiende que la única posibilidad es una huida hacia delante, hacia el teatro de lo público, eso es resignificar señores! Con ustedes mis imágenes favoritas….con Uds. Nan Goldín.
















































3 comentarios:

  1. Creo que es la primera vez que leo algo que vos escribís... ¡Y me gusta mucho!

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  2. No soy solo una Bota perra jajajaja!gracias amiga!

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  3. te agregué a los links del blog, vieja!
    que bueno esto che. me gustó.

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